Por la ventana de la sala se divisaba , al fondo, la farmacia de 24 h frente a la iglesia .
Un coche negro en la puerta. Demasiados paraguas abiertos. ¿ Todavía llueve ?
No importaba ya; no podría seguir conduciendo.
Cerraron el ataúd y lo metieron en el coche fúnebre.
2 comentarios:
Me gusta mucho!! Un saludo
Viniendo de ti , es un cumplido doble. Tú ya me entiendes...
Un abrazo Francis.
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