martes, 9 de diciembre de 2008

No querrás una moto para reyes no?


Tras una temporadita sin escribir, por razones ajenas (o no) a mi voluntad, vuelvo con un poquito de estres, otro poquito de escuatro, y así hasta el poquito de es-enesimo.


Por el Hospital, pues la crisis sigue,dale que te pego, y la frase "no hay " ha ido evolucionando poco a poco hasta llegar a "hay que ver como está todo".


Los pacientes, siguen ahí, un poco más estropeadillos ellos con los fríos, un poco más cansados, y sobre todo, un poco más pacientes como su propio nombre indica y falta les hace.


Las personas que trabajamos con ellos, hay de todo, los que dicen "esto es lo que hay", los del "pues yo no me conformo", y los que nunca han dicho ni dirán nunca nada, como si no fuera con ellos el asunto.


De todos modos, sigo por allí anotando los días en un papelito, sí, señores, porque me voy de nuevo de vacaciones, merecidisimas vacaciones bajo mi mas subjetivo punto de vista. Fui anotando un día y otro día y por fin, ya me he despedido esta mañana hasta el año que viene.

Al volver, yo contentísima, hasta se me había olvidado el asunto del tráfico.

Como ya llueve y hace mal tiempo, la gente ya se "vehiculiza", aquí eso del transporte publico o no funciona, o no lo hacemos funcionar.

Y se divisan a lo lejos los conos naranjas de esa obra que están haciendo para ensanchar un carril más para meter más coches, y nos ponemos nerviosos porque la fila no anda, pero al mirar desde lo alto vemos que no anda porque algo o alguien la está frenando por alguna extraña razón.

Voy avanzando poco a poco mientras los vehículos de delante mía adelantan al sujeto en cuestión.

Al llegar mi turno, observo con estupor que es,como no, o un buen anciano conduciendo un mercedes de esos antiquisimos, larguísimos e impolutos, o bien se trata de una muchacha con cara de pánico con su L detrás como está mandado.

Yo menos mal que con esas cosas no me pongo nerviosa, que luego me salen arrugas y me cuesta un dineral disimularmelas, así que guardo las apariencias y espero mi turno para adelantar al buen anciano o la buena chica, que al fin y al cabo, no tienen culpa de nada.

Lo me sí me saca un poco de quicio es observar mientras tanto a miles y miles de motos adelantando a la fila lenta por todos lados, por la derecha, por la izquierda, incluso a veces creo haberlas visto por arriba. Y no es que a mi me moleste que me adelanten, no. Pero, ¿por qué tiene que seguir dandome miedo ir en moto?

Y creo que tengo la solución: puedo decirle a los Reyes Magos que traigan una para mi chavalín de 14 años. Él me haría ese favor muy agradecido. Él podría tener la moto y cogerla yo de vez en cuando para quitarme el miedo a las dos ruedas.

Muy fácil , he ahí la solución.

Y como de ilusión también se vive, tendré que seguir yendo en fila lenta detrás de los coches hasta que mi niño saque todas aprobadas. Así que este post va dedicado a "mi niño" para que me las apruebe todas cuando le sea posible (creo que estas navidades me quedaré sin la moto)

Felices Fiestas a todos y ya seguiré tras las vacaciones.