Un cura en el comité de ética
Polémica por la presencia de sacerdotes en órganos consultivos de los hospitales
EL PAÍS - Madrid - 25/04/2008La presencia de sacerdotes católicos en los comités de ética asistencial de los hospitales públicos, que asesoran sobre cualquier actuación que pueda suponer un conflicto moral o ético, ha levantado una gran polémica por el convenio que el Gobierno de la Comunidad de Madrid firmó el 2 de enero con el Arzobispado de la región, que así lo contempla.
La tarea de los comités de ética suele ser la de proponer protocolos de actuación en casos que puedan plantear cualquier tipo de conflicto ético (abortos en avanzado estado de gestación, cuidados paliativos, etcétera) y, en el caso de que algún profesional lo pida, valorar situaciones concretas en informes no vinculantes. A pesar de que existe la posibilidad de incluir a los sacerdotes, lo cierto es que no suelen estar a no ser que sean expertos por su labor médica o su experiencia en filosofía o bioéticas.Las comisiones de ética asistencial de los hospitales "no son órganos decisorios", y "se intenta que su composición sea plural", explica la directora del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona, María Casado. "El problema es que si estás obligando a que esté una confesión en concreto, se pone en peligro la separación entre Iglesia y Estado".
Casado se queja de una corriente que recorre, no sólo España, sino toda Europa, de representación religiosa en órganos científicos, como está ocurriendo en el Grupo Europeo de Ética, asegura. "Los comités establecen líneas de actuación, y cuanto más conservadores, más pasos atrás se darán", añade. En cualquier caso, Casado recuerda que en los hospitales existe esa figura del capellán, pagada por las administraciones públicas, que ya existía durante la dictadura, y a partir de ahí va a lo que considera la raíz del problema, los acuerdos del Gobierno de España con el Vaticano. "¿De qué nos sorprendemos?", se pregunta Casado.
"Estamos en lo de siempre, en los privilegios que la Iglesia católica tiene en España", dice la profesora de Derecho Penal de la Universidad de Valencia y miembro del comité de ética del Hospital Clínico de Valencia, en el que "hay un capellán". "Habría que ver", continúa, "si los hospitales públicos pueden garantizar también que un enfermo que lo pida sea asistido por un representante de cualquier otra confesión". Es decir, estas dos expertas no discuten la pluralidad de estos organismos, sino más bien los privilegios para la confesión católica que persisten en España en muchos otros ámbitos.Hoy me he enfrascado en esta noticia, pues supongo que todos tenemos nuestras opiniones al respecto.
Desde la antigüedad, se han asociado los hospitales al clero. En la Edad Media, los hospitales como se concebían, solían ser una parte de la iglesia dedicada a la atención de los enfermos, que acudían allí a recibir cobijo y los cuidados expertos de las monjas y frailes, acompañados por oraciones, confesiones de pecados, pues a menudo se asociaba la enfermedad y el dolor con castigos divinos.
Ya han pasado varios siglos desde aquello, pero no tantos años. Todo el mundo recuerda a la figura de las monjas en los hospitales. La monja y su séquito de enfermeras jóvenes alrededor, bien uniformadas y obedientes, y siempre al servicio del Doctor.
Afortunadamente, la Sanidad va cambiando. Estamos mucho más mezclados, ya no es tanta la importancia de la Religión en nuestra sociedad, aunque sigue siendo importante; y, como dice la noticia, la Iglesia Católica sigue gozando de ciertos privilegios.
Es cierto que la figura del capellán sigue por nuestros hospitales. Yo, personalmente, no lo veo mal como tal. He tenido pacientes que lo han demandado, aunque ya menos. Yo recuerdo en uno de los Hospitales que he pisado, a ese Capellán con su bata y su busca, que estaba siempre localizado, día y noche, que si lo llamábamos a las cinco de la mañana acudía enseguida y daba "consuelo espiritual" al paciente o familiar que lo necesitaba. Una gran labor.
Pero también me hago la siguiente pregunta: ¿Y si el paciente o familiar en cuestión hubiera necesitado a un lama, por ejemplo? Yo creo que aquí se realiza un trato discriminatorio hacia las personas que no profesan la religión católica, es mi opinión.
En cuanto a la presencia de curas en los comités de ética asistencial, también tengo mi opinión. Creo que se deben valorar a las personas, sin tener en cuenta si son de una religión o de otra, o de ninguna, si se necesita en el comité un experto en ética, pues habrá que valorar a todos los expertos en ética, sean curas o no, o profesen una religión u otra. El experto en ética forma parte importante en el comité y debe estar en él. A nadie le preguntan si es de una opción política o de otra; y si nos metemos en las opciones políticas nos encontramos con distintas tendencias religiosas que a la hora de tomar una decisión de este tipo influyen.
En fin, se seguirá con el debate, a unos les parecerá bien, a otros mal. Yo lo veo desde el punto de las personas, admiro tanto al capellán que se daba las vueltas por el hospital a todas horas, hasta el apolítico y aconfesional que da buenos consejos y habla de la muerte digna, la enfermedad y el dolor desde el punto de vista de su propia experiencia como profesional.
Domina Excel 365 y Google Sheets con IA 100 Práctico
-
*Workshop Internacional*
*EXCEL EN LA NUBE*
*Domina Excel 365 y Google Sheets con Inteligencia Artificial*
*En vivo vía Zoom*
*Fechas:* Jueves 28, vi...
Hace 5 días
5 comentarios:
Vaya tema más peliagudo. Yo también respeto la labor del capellán, pero lo del Comité de ética, me parece un chiste.
Conociendo las posturas de la Iglesia en materias abortivas, de eutanasia, etc. pues ya está la polémica servida.
Un beso sin anestesia.
Tienes un premio en mi blog, pásate cuando quieras a recogerlo
Bueno, yo no estoy de acuerdo con lo que decís, yo no soy un juez de hombres, yo no sé lo que está bien o lo que está mal. Yo no he encontrado la verdad, ni tan siquiera la busco. Yo he paseado por el Vaticano y no lo he podido remediar: veía rios de sangre bajando por aquellas escaleras. Para que los católicos nos hayan impuesto sus creencias, se han tomado su tiempo y sus crueldades. Las mismas que se han tomado los Dalay Lamas desde el siglo XVI, que tampoco es tan antigua esa religión. (Se impuso a partir de la invasión de los mongoles, sobre el 1600 de nuesttra era)
El gran problema es que hemos cambiado la ideología que nos concedio la iglesia vaticanista desde el concilio último: allí se dijo que la religión forma parte de las convicciones intimas; hoy los papas conservadores -los dos últimos- dicen que no, que la religuón forma parte de la ética política de las sociedades donde se practica.
Y vemos eso cada vez más; y mas que lo seguiremos viendo. No somos una sociedad laica: el jodido Zapatero tuvo que prometer su cargo delante de un crucifijo. Y su gobierno tambien. Preparaos para que cada vez más la religión forme parte de nuestras vidas. Están conquistando nuetras mentes, y es cierto, por mas que nos resistamos. Acaso no os habeís dado cuenta que en la polémica Tibet-Bejimg nos hemos puesto del lado del clero budista. Poco a poco nos están conquistando, pero yo no creo en el pensamiento religioso, sea vaticanista, islamista o tibetano. Donde la ciencia no llega, tampoco llega la religión, llega nuestro pensamiento, o por lo menos: la conciencia de que tenemos un pensamiento que no debe ser controlado por élites religiosas.
yo respeto la labor de los capellanes en el hospital pero no que estén en el comité de ética.... no me parece correcto, porque si hay un capellán ha de haber también un representante de cada religión..porque no todos nuestros pacientes con crisitianos, tenemos musulmanes,judíos,ateos...
José Manuel: creo que en esas decisiones la Iglesia tiene una postura clara, no juzgaría según los casos, sino segun su ideológía.
Fini: muchas gracias.
Nubelibre: ¿y se podrá llegar a vivir algun día sin necesitar la religion?
Nuria: el comité de ética entonces tendria como mínimo tantos miembros como relgiones existentes en el mundo, así que o todos o ninguno.
Publicar un comentario