jueves, 3 de julio de 2008

El cadáver exquisito

El cadáver exquisito es un experimento al que he sido invitada a participar. Se trata de una historia encadenada escrita por varios bloggers.

LAS REGLAS.

* Continuar con un capítulo en tu blog, haciendo un enlace al capítulo desde el que has partido (en este caso, este), añadiendo al final del mismo una lista que enlace con aquellos que escribirán los siguientes capítulos. Una vez esté escrito el capítulo hay que actualizar el enlace a ese capítulo.
* Para participar, se puede hacer desde cualquier blog. Simplemente hay que escribir un comentario diciendo que deseas participar y ya está. Las peticiones para participar es recomendable se hagan en el último capítulo editado, para que no haya trastornos y poder participar todos.
* Desde El cadáver exquisito se actualizará la lista de participantes así como la guía de capítulos.


El orden actual es el siguiente:
· Capitulo 1: 2532. Todo final tiene un comienzo (Masakoy)
· Capítulo 2: La era tecnológica (Romudea)





Capitulo 2: LA ERA TECNOLÓGICA

Magnolia. Era la señal. Había llegado el momento de completar la serie…
Hacía años, no recordaba con nitidez cuantos, que no diseñaba ningún algoritmo. Pertenecía a la etnia llamada de los numéricos, y más concretamente, a los que sufrían una malformación conocida como macrodactilar, dedos enormes acompañado por un desmesurado desarrollo del neocórtex cerebral, el encargado del registro de lo simbólico; los individuos de este grupo estaban destinados, desde su infancia, al cálculo numérico. En la era tecnológica, individuos de este tipo resultaban casi imprescindibles.
La habían arrancado de sus progenitores, sí. Pero, ¿acaso no había que realizar algún sacrificio por el sistema? De todos modos, cada ser vivo estaba predestinado, según sus características.
Los numéricos a la ciencia, los artísticos a las emociones.
Cierto era que carecía de capacidad emotiva, o al menos en un principio, pero su mente era una de las más lúcidas que se conocían. Había colaborado en investigaciones diversas desde que acabó su formación. Sus recuerdos estaban ordenados de tal manera que lo lógico primaba sobre lo emocional. Nunca hasta ahora había sentido ningún tipo de emoción.
Recordaba las paredes del internado:
· “El pensamiento es lógico, el sentimiento, contradictorio”

Debía ser resolutiva, actuar con procedimientos exactos y acordes a un protocolo establecido claramente. En ello había estado trabajando la mayor parte de su vida, adecuar todas las acciones del ser humano a protocolo. Si todos actuaban según los cánones, se suprimían los conflictos. Así transcurría la vida de los numéricos.
Últimamente, desde que dejó de trabajar para el gobierno, frecuentaba la zona de los artísticos. Su puesto como vigilante de seguridad se lo permitía. Contaba con la suficiente experiencia para no involucrarse emocionalmente; pero los escasos sentimientos que no les habían sido arrebatados en su adolescencia le jugaban malas pasadas, con consecuencias como aquella.
Eso no estaba previsto, no se ajustaba a protocolo. Sintió la calidez de una lágrima atravesando su rostro. Prohibida lágrima.
“Dedos como pollas”, hacía varios años que consideraba enterrado ese recuerdo y ahora salía al exterior sin previo aviso. Hubiese querido reprimir sus impulsos por encima de todo, pero deseaba ver a aquel individuo sangrando, implorando su clemencia...
Era la contrapartida. Los artísticos podían emocionarse con un poema, veían la belleza en un lienzo donde ella sólo estudiaba el paralelismo de unas líneas. Podían amar, deleitarse con la observación de un paisaje. Cuidaban sus cuerpos como no nadie lo hacía desde la era de los griegos, aderezaban sus alimentos para sentir el placer de degustarlos. Disfrutaban de todos y cada uno de sus sentidos. También odiaban, odiaban visceralmente, y se sentían seres superiores por hacerlo. El poder, el yo poderoso.
Así había comenzado el declive de la humanidad. El poder, la envidia, la guerra…
Ahora no ocurriría. Sólo unos pocos pertenecían a la élite, el resto se dedicaba a descifrar series numéricas sin cuestionarse nada más. Serie infinita numerable. Siempre había algo que enumerar 1, 2, 4, 8, 16…
En contar radicaba su concepto de placer. Cuando encontraban la pieza que enlazaba dos términos de la serie, experimentaban una sensación mental parecida al orgasmo y esto les animaba a descifrar más, y más, y más…
Comenzaban a discurrir con pensamiento numérico incluso antes de comenzar a hablar. Algunos utilizaban el cálculo como única manera de comunicarse. Contaban en sistema binario, en cuadragesimal, en base 32.
Magnolia. Debía ponerse al día y, sobre todo, desechar las emociones que estaban empezando a invadir su lucidez hacía varios meses.
Anduvo unos pasos más y llegó. Abrió la puerta y se sentó en la mesa, en aquel cuarto que le había proporcionado tantas satisfacciones, cuando descubría el término general de la serie y podía realizar su suma. Convertir lo infinito en finito. Los teoremas del límite llevados a la práctica.


Llegaba su momento. Era la elegida. Descolgó el auricular y pronunció la palabra: “Carla”. Nadie hasta ahora había sido capaz.
2532, 1216, 108, 94, 132, 61…
No era creciente ni decreciente, parecía en sistema decimal, pero debía asegurarse, no era geométrica, ni exponencial, ¿qué era?
Aquella inscripción encontrada hacía décadas suponía un reto. Ahora, el equilibrio del planeta dependía de su capacidad de descifrar aquella serie.


Continuará…. Capítulo 3: Proyecto Asperger numérico (Jeanne)

Capítulo 4: Final Conde de Lautreamont

5 comentarios:

Super Yors dijo...

Muy buenoooo. Mola el toque científico... ¿Qué pasará después? jajaja. Corro a enlazarlo ya mismo.

Congratulations joven skywalker, perodón, es qeu vi la guerra de las galaxias, jejeje.

Felicitaciones felicitantes.

A ver quien se anima, jejeje

Yo dijo...

La idea en si mola... pero no e smi estilo de bloggear...
UN beso compi.

Miguelo dijo...

vaya muy interesante. al principio me asuste con la formula jejeje

Jeanne dijo...

Hola,

He escrito mi capítulo.

Creo que falta hacer un link con los vuestros, pero....no se como se hace.

Tampoco se quien sigue en la lista ....

Está claro, no soy de etnia numérica.... ;-)

Fini Calviño dijo...

No estoy en mi mejor momento para esto, pero me resulta super interesante la idea, que si vuelve a surgir seguro que participaré. Un beso grande