jueves, 12 de junio de 2014

Jonathan , versión 2.0




Hace algún tiempo, escribí un post relacionado con la playa y las gentes que la visitan. Era el verano de 2008. Ahora, en 2014, hago una evaluación de cómo han cambiado , o no, los usuarios de la Playa de Pedregalejo en cierta franja horaria con el paso de los años y  de los acontecimientos recientes. Llámenle crisis, llámenle hacerse  mayor. 








Pues si, la playa sigue en el mismo sitio y a la misma hora. Sigo extrañándome todavía, tras 11 años viviendo en Málaga de que no haya mareas, ni gente buscando coquinas en la orilla , como hice la primera vez que pisé la arena de Pedregalejo. 
Algo ha cambiado, ya no uso novelas de historia, ni el best-seller del momento, ahora uso libros de matemáticas y Morodo en el móvil. 
A cabezona no me gana nadie y, aunque no sea el lugar mas apropiado, es ( ¿o era?) uno de mis muchos lemas : " como en la playa no se estudia en ninguna parte" 

Pero estamos ya en Junio, atrás quedaron los tranquilos días de Marzo cuando aquí solo encuentras a cuatro guiris paseando por la orilla y que te miran raro cuando te ven nadando en agua helada como si te fuera la vida en ello. 

Esta tarde puede calificarse como una tarde "Tipical Pedregalejo" de playa. 
Las "maris" que se quieren poner "renegrías" en tiempo record , los niños que ya tienen pocos deberes y en casa no hay quien los aguante, la abuela que está como nunca después de superar la bronquitis de todos los inviernos. " estas van a ser las ultimas navidades que paso con vosotros" . 
Yo no sé qué serie ponen ahora en la tele , ni que fue de Belen Esteban y sus secuaces , la cosa es que desde bien temprano esto se está animando , y de qué forma. 

Así que tras tonterías varias online , y sin dar un palo al agua con el sufrido libro ( otro año mas) de Variable Compleja , me dije de nuevo : " ¡ Qué leches! , a observar a los Jonathan , que seguro que saco algo de provecho". 

Retomando lo que escribí antaño, veo caras conocidas. 
Ahí sigue la Pepi , con el termo del café y la baraja de cartas, pero la "cuñá" no trajo hoy el bizcocho para merendar. Ya se sabe, la menopausia es " mu mala pa hincharse de comé, que to se pega donde no debe, te lo digo yo"; pero a lo largo de la tarde sucumben a los manjares que han traído de casa, o de Mercadona. 
¡Anda! pero si también ha venido el "marío" , quiera Dios que no se haya quedado en el paro, porque es el primer año que lo veo. 
Y tras los primeros baños de los niños nada mas llegar, se empiezan a oír los primeros " a ve... quien ha sío el que me ha pisao la toalla que me la ha llenao toita de arena", " la culpa de tu padre que no echa cuenta en ná". Y los niños siguen pisandole la toalla a la Pepi ajenos a la cara que se le queda al Manué que ha ido alli obligado, de chófer y exclusivamente a leer el Marca, en su silla de rayas blancas y azules, como buen malaguista , sacrificándose por su familia con la "caló" que está pegando. 

Me falta el Jonathan , el que se metía pa lo hondo . ¿Donde está el Jonathan? 
Se acerca a la jaima ( si , "jamía", jaima) , pues ahora ya no se llevan sombrillas a la playa, se llevan jaimas enormes, de un blanco inmaculado a principio de verano adquiriendo, a medida que pasan los meses, una tonalidad ocre macilento con reminiscencias de marrón con lamparones. 

Que se me va el hilo, que ha venido el chico de los bolsos y de las camisetas de la Roja y me he disipado un poco. Ustedes disculpen. " A 5 leuros, barato, barato" . No tenia banderas republicanas con el toro, así que lo he despachado con un amable "no, gracias". 

Como iba diciendo, se acerca un muchacho bien parecido con un perfecto chicano tatuado en el brazo izquierdo, ultima tendencia en moda "cani"  acompañado de otro pipiolo portando una estilosa cresta amarillo pollo. Son el Jonathan y el primo Kevin. 
- " Omá, dame dinero que voy al chino a por cervezas , que estoy ahí con una gente , luego vendré" ( palabra maldita para las madres apretás ese "luego") 
Si, el Jonathan se ha hecho todo un hombrecito. 
La Pepi saca el monedero y suelta 10 leuros para el Jonathan de su alma; a continuación, sigue buscando la bolsa de papas fritas en el megamaletón playero, que le ponen unas ruedas y es el carrito del Carrefour, porque por tener, tiene hasta el 3x2 . 

Sigo con Morodo en el móvil, intentando disipar la mente, y de golpe y porrazo se oye : " La madre que te parió" a grito pelao. Levanto la cabeza y veo a la suegra, en la silla , con la bata de flores y la gorra, pingando de agua con arena hasta los ojos. 
Al Rubén, que no se ha ocurrido otra cosa que ponerse a jugar a las peleas con la niña de la vecina de jaima al lado de la abuela. 
Y ahí quedan , yerno y suegra con cara de poker, uno con el Marca, la otra con el Hola , " comíos de mierda" a cuenta del Rubén. 
- " Anda que no hay playa, y tienes que ponerte aquí" 
Ley de Murphy lo llaman. 

Así no hay quien estudie, me digo para mis adentros , pero merece la pena estar escribiendo este retrato de los ciudadanos típicos, tópicos y ectopicos que pululan por este lugar. 

Al fondo, las niñas de los cursos de español para extranjeros, monisimas todas, riéndose a carcajadas con ese par de lugareños autoctonos del barrio que se les han acoplado esta tarde para ver si pillan algo ( de inglés no, de cacho) . 
Ya va cayendo la tarde, lo rápido que pasa el tiempo cuando estoy ensimismada observando el bonito paisaje. 

Una leve ola, luego otra, y otra, sin romper siquiera en la orilla, sin sacar ni una de sus entrañas la fina linea de espuma. 
Miro el reloj: es la hora.  
¡Woooooo!¡Weeeeeee! , veo todo tipo de gente correr hacia la orilla, efecto tsunami a la inversa. 
- ¡Corre!¡Correeeee! - se ve a la Pepi de la mano del Rubén, la suegra con la bata de flores, hasta el Manué ha dejado el Marca. 
Si , ¡ es la hora del Melillero! , las únicas olas que se ven en Málaga en una tarde de playa convencional. 
Ahora da igual que las toallas se llenen de arena, da igual que se vuele el Marca, que la suegra no pueda correr por la cadera; allí todo el mundo corre para el agua , es un ritual, una oración, un orgasmo manifiesto de cientos de seres que se ríen y tragan agua a la vez, envueltos en aquellas olas tan efímeras como artificiales , provocadas por el ferry que cruza el charco todos los días a la misma hora. 
Tras los minutos de gloria, todos vuelven a cámara lenta, exhaustos, a sus respectivos quehaceres; el Manué vuelve al Marca, la Pepi a las pipas, la cuñá al "guasa" , y el Jonathan sigue en off. Solo queda el Rubén con la vecina en la orilla, con los dedos arrugaos, los labios moraos y tiritando como un perrillo chico, esperando que de un momento a otro la abuela suelte el : 
- " Venga, p'afuera, quítate la arena en la ducha que nos vamos"
Y poco a poco comienza un desfile propio de la pasarela Cibeles, el vestido de los chinos, los pantalones del " Declatón" , las chanclas del "mercaíllo", hasta que quedan todos perfectamente uniformados para la vuelta a casa. 
En las duchas, los primeros "espabilaos" que salieron antes del Agua-Park y ya tienen los pies sin un grano de arena , emprenden la marcha cargados de sillas, bolsas, rastrillos, cubos y palas ; atrás dejan una larga cola de personas esperando su turno de acicalamiento. 
Se oye el sacudir de toallas, el " mamá, tengo hambre" " Pues haber merendao, tanta agua, tanta agua" , el " ¿Ya te has vuelto a llenar de arena? vete p'al agua y te enjuagas" . 
El vacío dejado se va llenando de palomas que acuden voraces a dar buena cuenta de los restos del naufragio. 
Las niñas de los cursos de español para extranjeros siguen ahí , con sus carcajadas , monisimas ellas, esperando pillar algo de los simpáticos lugareños ( de español no, de un mojito en "La tortuga") 



Y voy quedándome en paz, mi libro de Compleja sigue ahí, encima de la toalla, mirándome con estupor. 
Hoy no lo pisotearon los Rubenes, ni tampoco le llegó la ultima ola del melillero. 
Creo que es hora de volver a casa, o quizás me quede un ratito mas disfrutando del descanso del guerrero. 




Nota de la autora: nuevo horario del Melillero 13:00, pero quería compartir las tardes de oleaje malagueño de tantos años. 

1 comentario:

Lunhya dijo...

Ay qué ganas tengo de ir a la playa...! El año pasado estuvimos en Málaga. Sigue disfrutando de esas tardes playeras y todo su ambiente!