domingo, 10 de febrero de 2008

Un conflicto en un día cualquiera



Estábamos desayunando, no puede decirse plácidamente, pues es inviable en nuestra Unidad; pero desayunábamos mi compañera y yo en las habituales condiciones. A saber: visualicemos una salita pequeña, una reconversión de algún cuarto de office antiguo en el que se hallaban fregadero, armarios pequeños para guardar comida y demás, un frigorífico, una ventana, un tostador, una hornilla portátil electrica, tres taburetes, una mesa de cigüeña (hoy tocaba poner la vieja, pues la nueva estaba ocupada), ah! y todo esto aderezado por un vertedero, que ya estaba allí cuando yo llegué a la Unidad. En realidad, siempre estuvo allí, según cuenta la leyenda urbana. ¡Ay, si los vertederos hablaran!. Bueno, pues todo esto en unos.... 6 ó 7 metros cuadrados, y creo que exagero.

Pues estábamos desayunando allí mi compañera y yo, cuando en la sala se oían alarmas, pero estábamos tranquilas porque nuestro compañero se había quedado fuera con cuatro personas más entre alumnos, médicos, auxiliares, como está estipulado . "La sala nunca se puede quedar sola", y es lo correcto.

Terminamos de desayunar y como viene siendo habitual de un tiempo a esta parte, pues se había montado la bronca. El médico de la Unidad había discrepado con su residente, habían cambiado una pauta de tratamiento cuatro veces en media hora, se habían dicho frases del estilo "No voy a permitir bajo ningún concepto....", y claro está, esto había repercutido en la labor de Enfermería, como viene siendo habitual. Lo peor de todo no era eso, lo peor de todo era que todo este espectáculo teatral se había realizado con público, o sea, los pacientes; que , asombrados como si fueran espectadores de un thriller, miraban la escena con incredulidad, nos miraban a nosotros con desconfianza, y se adivinaba algo de miedo en su expresión. Sabían que situaciones como estas perjudicarían la atención que se les prestaba ....


Parece el comienzo de un relato, algo con matices surrealistas, anticuados y chabacanos.

Puede que esto sea una descripción de una situación vivida, y vivida bajo la subjetividad de mi propia persona, vivida sólo para mí y bajo mi punto de vista personal. Pero me hago la siguiente pregunta: ¿Situaciones como la que he relatado pueden afectar a la calidad del trabajo? Por supuesto. Además , pueden afectar tanto a la vida laboral como a la personal de los trabajadores. Eso sin contar cómo puede afectar a la vida personal de los pacientes atendidos bajo situaciones de este tipo.

Esta es una descripción más o menos clara de un conflicto, y todo conflicto crea una situación de estrés, que si no se sabe manejar, puede desencadenar en cansancio, pérdida de rendimiento, insomnio, hábitos nocivos como aumento del consumo de tabaco y alcohol, entre otros.

Ultimamente estas situaciones no se están presentando de manera aislada, sino que suceden un día sí y al otro también, creándose "bandos", "petís comités" o como se les quieran llamar, favoreciendo que el personal está cada vez más dividido y más desacorde a la hora de trabajar. El equipo multidisciplinar se rompe dando paso a una carrera entre grupos o personas que se desautorizan las unas a las otras constantemente en detrimento de la correcta atención al usuario.

¿Y qué hacer para frenar esto? Buena pregunta. Cuando estás metido en esta vorágine, o sales, o te arrastra. Meditemos. ¿Qué es lo que ha dado lugar a esto? No lo sé. Lo que sí sé es lo que no quiero. No quiero que se sigan produciendo situaciones de este tipo, pues afectan a mi salud y a la de las personas que me rodean.

Una vez hecha esta reflexión, tendremos que analizar las medidas a tomar para ponerle freno. Sólo con el simple hecho de tomar conciencia de que esta situación existe y que se nos está yendo de las manos, podremos racionalizarla y tomar medidas, pues cada persona del equipo tenemos mucho que aportar.


1 comentario:

Ofelia dijo...

Estoy de acuerdo con lo que escribes, no se puede permitir esas situaciones de estres continuas en el trabajo, afecta a todo, incluso a tu vida personal.Mi trabajo me gusta pero no puedo permitir que antes de entrar ya piense que pelea voy a tener hoy.Hay que buscar soluciones entre todos, por lo menos de parte de aquellas personas que ven que hay un problema, ya que para otros tal problema no existe o no les afecta tanto como a nosotros.Mi apoyo y animo para empezar a cambiar y crear un buen ambiente en el trabajo que en definitiva en nuestro segundo hogar.SUERTE