Ayer
apareció en un tablón de anuncios que tenemos en el cuchitril donde
desayunamos, cada vez menos personas, una página de un periódico, donde un compañero
que recientemente se ha quedado en paro hablaba sobre su situación y la de
muchos otros enfermeros.
En otra
comunidad, a la misma vez, cerraban un hospital de los de toda la vida, dando
paso a una especie de Geriátrico que sí, que ya lo sabemos que hace falta, pero
el resto de pacientes a los que se atendía allí deberán ir a otro centro a
partir de ahora, así como el personal que seguro que sobrará.
Y
nosotros allí desayunando, dando gracias por tener trabajo a pesar de las
tijeras cada vez más afiladas de nuestros gobiernos, a pesar de los contratos
basura, de las gestiones basura, de los materiales basura, y de la
atención basura de
un gran centro de referencia en Andalucía.
¿Cuál
sería la solución a todo esto? Las cabezas pensantes piden calma, poco a poco
todo se arreglará, poco a poco volverá todo a la “normalidad”. Con el paso de
los días, de los meses, vamos viendo que poco a poco van desapareciendo puestos
de trabajo, que donde antes éramos tres, ahora no nos podemos permitir ese
lujo, y quedamos dos. Pacientes para arriba y para abajo, sin saber si ese día
les toca ser atendidos donde siempre o en “vete tú a saber” .
Poco a
poco, los contratos que se renovaban casi automáticamente, ya no se renuevan,
los que trabajaban a jornada completa , ahora lo hacen al 75%, los que esperan
un contrato aunque sea del 75% , ahora resulta que es al 50%.... Y tragamos, y
esperamos, poco a poco…."No os enfadéis",
nos dicen.
Nos
enfadamos, nos crispamos, sobre todo cuando somos parte responsable de toda
esta situación. Hemos hecho turnos extra desde nuestra “ responsabilidad” para
no dejar un puesto descubierto, para que la atención al paciente no se viera
menguada por la falta de personal. “ Urgente, necesito alguien que se quede
esta tarde para cubrir una baja” , siempre dispuestos a colaborar, y siempre
pidiéndonos un poquito más de colaboración, la pescadilla que se muerde la
cola. Colaborando para que “ no se note” que falta alguien , que hay compañeros
de baja de larga duración y que no han hecho contratos. Todo va bien, poco a
poco vamos a la quiebra. Hemos colaborado, y mucho, para que nuestros
compañeros de toda la vida ahora se encuentren en el paro, con sus hipotecas,
haciendo números; gente muy válida que, haciendo mucha falta, están en sus
casas esperando una llamada de teléfono que quizás les ofrezca un contrato de
media jornada o de menos quizá, por quince días.
Desde
aquí les pido disculpas por haber participado en este desastre.
Vi las
imágenes del Hospital de la Princesa en Madrid. Vi al personal sanitario
hablando de la situación, a los pacientes que recibían tratamiento
allí y que no volverían a ver a sus enfermeras, ni a sus médicos, ni a sus
compañeros de fatiga, se los llevaban para otro sitio, quizás público, quizás
concertado.
Seguramente
a ellos, cuando el caos se estaba fraguando en los despachos, también les
pidieron calma, les dijeron que no se enfadaran, que poco a poco se resolvería
la situación. Pues la situación se ha resuelto y bien.
2 comentarios:
Es verdad que hay mucha gente valida que se queda fuera pero yo me pregunto, ¿cuanta gente está de baja por "depresión" o por vete tu a saber qué cobrando desde su sofá y sabiendo que sus compañeros doblan turnos para que no se note por menos de lo que gana el desde su casa? Y cuanta gente que trabaja en un hospital no ha comprado ni una triste aspirina porque se lo lleva del hospital a casa? Quien controla a toda esa gente que lleva de baja toda la vida? Los que trabajan para la administración pública lo han hecho muy mal y ahora estamos pagando las consecuencias de la mala gestión, del mal trabajo, de no cumplir... Porque es muy fácil gestionar el dinero de los demás y quedarte tu con la mejor parte. Quien no se ha aprovechado de su situación y ahora solo ve lo mal que lo hacen los demás? Tu cumples bien con tu trabajo, pero no has visto nunca a ningún compañero haciendo algo que sabías que no era del todo correcto?
Hola Anónimo, ante todo gracias por el comentario, que respeto, pero que no comparto.
Si que conozco gente que levan de " baja" toda la vida, gente que se aprovecha todo lo que puede de tener un trabajo estable, en resumen , funcionarios que por el hecho de serlo, no tienen más obligaciones.
He de decirte que aunque estos casos son los mínimos, han dado pie para que las personas que trabajamos en sanidad, personas que lo dan todo para que nuestros hijos reciban una formación de calidad, personas cara al,público detrás de un mostrador en una administración , etc, tengamos esa mala fama.
No te dejes llevar por estos estereotipos, no te dejes manipular por los que dicen que el funcionariado o las administraciones públicas sobran. Son argumentos fáciles de creer, argumentos que a veces usa la clase política para justificar los recortes, diciendo que el trabajo que hacen dos los puede hacer una o media persona, si total, entre los que están de baja y los que se escaquean...
Son errores de unos pocos , yo diría poquisimos, que estamos pagando todos los demás; mejor dicho, pagamos el resto de la población, puesto que todas las entidades dan un servicio a la ciudadanía, como puede darlo un banco, tan bien considerado hasta hace poco y que sigue siendo bien considerado por la clase política.
Piensa en tu experiencia personal, pues seguro que habrás tenido que ir alguna vez al médico, que tus hijos habrán ido al colegio, que tendrás que haber hecho alguna vez en tu vida una gestión en una ventanilla.
¿ son todas malas experiencias? ¿ son todos los profesionales que te atendieron de esos que tu comentas? ¿ a qué no?
Desde mi experiencia como ciudadana, ya no te digo como enfermera, me he encontrado a gente válida como norma general, los profesores de mis hijos, mi médico de cabecera ( si, voy al médico de cabecera con mi cita cuando necesito algo, aunque te extrañe), el de la oficina del INEM , la señorita que me atiende en la UNED, todos me han atendido correctamente la mayoría de las veces, salvo casos muy excepcionales.
Repito, que no te manipulen, de eso se valen, y si comentemos el error de caer en la tentación de la descalificación gratuita, nuestros dirigentes lo tendrán muy fácil para seguir recortando basándose en estereotipos.
Un saludo, Anonimo, y de nuevo gracias por el comentario
Rocío Muñoz
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